sábado, 9 de noviembre de 2013

EJERCICIO MULA BANDHA



EL MULA BANDHA:

Fortalecer los músculos del Yoni
Un día le toqué el amor propio a una amiga diciéndole que, salvo excepciones, las occidentales tienen una vagina tan musculosa como una chancleta, comparación cuya falta de poesía, si no de pertinencia, confieso.

Entendámonos: no estoy acusando a nuestras mujeres. Pues, ¿quién les habla, quién les informa, quién les enseña a desarrollar los músculos de su yoni? ¿Hay que asombrase entonces de que el control vaginal sea rarísimo en Occidente?

Ahora bien, para lograr contacto armónicos en la pareja, para un acuerdo sexual total -sin siquiera evocar el maithuna tántrico-, el control vaginal confiere a la mujer una importante baza de seducción.

Por otra parte, cuando la mujer se toma el trabajo de ejercitar esos músculos, ¿no es justo que se beneficie de ellos lo mismo que su, o sus compañeros? Con más razón si se tiene en cuenta que tal musculatura, elástica y fuerte, presenta ventajas en muchos otros planos: una musculatura elástica y relajada facilita el parto.

Este control vaginal permite también el «lenguaje secreto» que se establece durante el maithuna y, además, Shakti puede ayudar a Shiva a controlarse.

Toda mujer puede -y debiera- fortalecer y controlar su musculatura vaginal, cualquiera que sea su edad. Seguramente una mujer joven iniciada desde la pubertad, como se hace en ciertas regiones de la India en la que las madres lo enseñan a sus hijas, tendrá una ventaja respecto de una mujer europea que comienza en la edad adulta, pero el control que ésta adquirirá le será beneficioso en todo los aspectos.

Richard Burton escribió, como buen conocedor: «Este control vaginal es la respuesta femenina más buscada. Ella debe cerrar el yoni hasta que éste apriete el lingam como una mano, abriéndolo y cerrandolo a su gusto, como la mano de una gopi que ordeña la vaca. [...] Su marido la apreciará más que a cualquier otra mujer y no querrá cambiarla por la más bella reina de los Tres Mundos».

Sahajoli formaba parte también de la educación secreta de las devadasis -las bailarinas secretas de los templos hindúes- y de las hetairas griegas. Estas últimas debían pasar una prueba, una especie de «examen de ingreso», que consistía en seccionar con los músculos del yoni un falo de pasta de modelar...

Las occidentales modernas que no se han beneficiado con esta educación precoz no las igualarán, sin duda, pero cualquier mujer, a cualquier edad, con un poco de perseverancia obtendrá un resultado muy satisfactorio. Después de todo la vagina es un músculo que se puede fortalecer y controlar, como todos los demás.

¿Cómo proceder? Este método, en resumen muy sencillo, se basa en «mula bandha», que consiste en contraer los esfínteres anales -son dos- y el elevador del ano. Sin embargo, la práctica tántrica exige el mula bandha más elaborado que describo a continuación.

Sentada o acostada, tome conciencia de la región anal, respirando con calma. Después de aproximadamente un minuto, cuanto esté bien interiorizada, contraiga débilmente primero el esfínter anal, el externo. Luego, apretando un poco más, la contracción alcanzará el segundo anillo muscular; por último, contraiga el elevador del ano, atrayendo así los dos esfínteres anales hacia el interior y hacia arriba. Procediendo lenta y gradualmente, se distinguen bien estos tres niveles, incluso desde la primera prueba. Luego, apriete tan fuerte como pueda, hasta hacer vibrar toda la zona anal. Es posible que sienta un estremecimiento que le recorre la columna vertebral. Mantenga esta contracción al máximo sin respirar durante al menos seis segundos. Luego, relaje el bandha, siempre interiorizada en estos músculos. Se produce entonces la distensión de toda la zona y la percepción de la sensación de calor resultante. También se puede, facultativamente, seguir respirando durante el bandha. Repita el proceso a voluntad, cinco veces seguidas como mínimo.

Gracias a este mula bandha enérgico, sentirá que las reacciones desbordan el ano, ganan el perineo, la vulva, el clítoris, la vagina e incluso el útero. Es normal, puesto que los esfínteres de la entrada de la vagina y los del ano forman algo parecido a los dos anillas de un «8»; contraer uno es actuar sobre el otro. Haga la prueba: contraiga uno de los dos anillos del 8 y esté atenta a las sensaciones percibidas en su unión (el perineo), así como en el ano y en la entrada de la vagina.

Como en todos los esfínteres y órganos huecos, la función de los músculos de la vagina consiste en la constricción. Durante el orgasmo, la constricción ondulante y rítmica que recorre el yoni produce allí sensaciones voluptuosas que se propagan al lingam.

Cuando lo sienta usted bien y pueda contraerlos a voluntad, deberá dirigir la atención más en profundidad hasta la vagina, donde se desarrolarán sensaciones nuevas. Gracias a mula bandha, estas contracciones, débiles al comienzo, pronto ganarán en potencia, sobre todo si realiza el ejercicio siguiente.

El Tantra quiere fortalecer los músculos vaginales por medio del ejercicio siguiente, que se hace normalmente en frio, es decir, fuera del contacto sexual y sin excitación erotica. Para permitir una constricción eficaz se reemplaza el lingam por un objeto cilíndrico apropiado: cuanto más se parezca al lingam, mejor prodrá apretarlo el yoni. En rigor, el ejercicio puede hacerse con... ¡un verdadero lingam, en la Vía del Valle, por ejemplo!

En cuanto al objeto, puede ser de un diámetro inferior al de un verdadero lingam; eventualmente, la cánula de un irrigador vaginal, previsto para entrar en la vagina sin irritarla ni herirla, puede servir. Pero es demasiado delgado y distendería poco la vagina. Muchas mujeres utilizan un vibrador de los que se venden en las sex shops. Si el yoni esta demasiado seco, humedezca el sucedaneo de lingam con un gel ginecologico de venta en farmacias pero jamás con una grasa. Con el cilindro insertado en la vagina es fácil sentir los músculos y concentrarse en ellos.

Evidentemente el ejercicio debe hacerse acostada de espaldas. Con el objeto colocado en la vagina, contraiga al máximo los dos esfínteres anales para apretar fuertemente el lingam. Mantenga esta contracción, que implicará cada vez más músculos de la región del ano y genital durante seis u ocho segundos, sin repirar y con los pulmones vacíos; luego reinspire y relaje esos músculos. Después de tres o cuatro respiraciones normales, haga otra vez mula bandha, reteniendo la respiración, pero esta vez con los pulmones llenos. El conjunto forma un ciclo que se repite a voluntad.

Variante: inspire, luego haga mula bandha durante tres segundos, espire relajando los músculos durante tres segundos, reinspire, vuelva a hacer mula bandha durante tres segundos, y así sucesivamente. La duración total es aproximadamente de tres minutos, salvo que se fatigue antes. Lo importante es la regularidad: una pequeña dosis cotidiana vale más que largas sesiones esporádicas. Pronto, con los músculos así fortalecidos, en ocasión de un contacto concreto podrá inaugurar su facultad nueva, haciendo, si así lo desea, que sea una sorpresa para su compañero.

Algunas mujeres -desgraciadamente sólo una minoría- tienen un control vaginal espontanéo. Tanto mejor para ellas, pero eso no las dispensa de fortalecer sus músculos vaginales, que nunca son demasiado potentes. Lo ideal es la practica cotidiana: la cantante vocaliza todos los días. ¡Es una sencilla costumbre que hay que adquirir!

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FILOSOFIA TANTRA - LA SEXUALIDAD CONCIENTE

La Filosofía Tantra nos enseña a vivir y Disfrutar una Sexualidad Conciente. Ejercitando sus prácticas de respiración pránica, realizando ejercicios simples aptos para toda edad, no solo conoceremos mejor nuestro propio cuerpo, sino que también obtendremos Sanidad Física y Espiritual. El disfrute de la Sexualidad Humana, se convierte en forma conciente en el mayor placer, extendiendo sus tiempos y brindándonos en la suprema conciencia, del plano eterno en el que vivimos.

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